martes, 12 de octubre de 2010

LO REAL, LO SOMBÓLICO Y LO IMAGINARIO

El sujeto según el psicoanálisis tiene determinada su existencia por el lenguaje. Gracias a éste puede ser representado. El lenguaje hace que el hombre y su organismo estén separados. Según lo anterior, podemos decir: “El sujeto es aquel que aparece representado por un significante para otro significante”; el sujeto solo puede ser representado por un significante, pero no es posible que el lenguaje le de respuestas sobre su ser. De esta manera, el psicoanálisis habla de “la falta en ser”. El vacio que genera esta falta en ser da origen a la pulsión.


El sujeto ($) es representado por dos significantes: S1 (significante que representa al sujeto) y S2 (SABER Y LE DA SENTIDO A S1). Aparece el elemento (a) que hace alusión a aquello de la pulsión que no se deja atrapar en la representación.

Ahora me pregunto, ¿se habla de un sujeto que tiene una falta en ser? Para responder esta pregunta es necesario entender que los seres humanos vivimos en un universo de símbolos o representaciones y es a través de ellas que nos relacionamos con los demás. Lo anterior, permitiría decir que el sujeto no “es” sino en la medida en que es representado y no hay otra posibilidad de “ser” distinta a esta. Lacan define al sujeto como “representado por un significante para otro significante”. El significante es también la materia con la cual esta hecho el vínculo social que incluye tales como la cultura, las experiencias de las personas, entre otros.